Para conseguir un estado de salud óptimo, se deben tener en cuenta numerosos factores, tanto personales (características físicas, metabolismo, enfermedad, etc.), como ambientales (socio-culturales, educación, etc.); dentro de los cuales encontramos la alimentación y dieta diaria.
Es necesaria la instauración de unos hábitos alimentarios saludables y equilibrados para conseguir un buen funcionamiento corporal, mediante una nutrición correcta, variada y suficiente para cubrir las necesidades corporales de nutrientes y calorías; además de, mantener y/o conseguir un peso saludable, que variará en función de las características físicas de cada individuo.
¿Qué alimentos podríamos considerar como "enemigos" de nuestra salud?
PATATAS FRITAS (de bolsa, o en bastón).
Las patatas fritas contienen gran cantidad de grasas, azúcares y sal, con lo que, un consumo frecuente y repetido, puede asociarse a la aparición de sobrepeso, obesidad, e incluso, hipertensión, entre otras enfermedades.
La patata, en sí, no es perjudicial para nuestra salud; sino, su forma de preparación, ya que mediante la fritura, se elimina el agua propia del alimento, y se sustituye por la grasa de freír; además, de la adición de gran cantidad de sal, para obtener el sabor salado típico de estos productos.
Sustitutos saludables; chips de boniato al horno, chips de calabacín al horno con una pizca de queso en polvo, chips de berenjena con un chorrito de vinagre balsámico, etc.
CHORIZO (embutidos)
El chorizo, junto con otros embutidos (longanizas, butifarras, morcillas, chistorras, sobrasada, etc.), son ricos en grasa animal saturada, colesterol y sodio (sal), con contenido variable de proteínas, y deficiente de hidratos de carbono. Se recomienda evitar su consumo, puesto que aumenta el riesgo de padecer sobrepeso, obesidad y otras enfermedades cardiovasculares (colesterol alto, e hipertensión).
Sustitutos saludables; carne magra de pollo, pavo, conejo, lomo de cedo, etc. y/o hamburguesas caseras (sin adición de grasas, a partir de carne magra picada).
ROSQUILLAS GLASEADAS (bollería industrial)
Las rosquillas glaseadas, y en general la bollería industrial, contienen grandes cantidades de azúcares simples, grasas saturadas y grasas trans. Estos nutrientes son los menos saludables que existen en la dieta, ya que aumentan los niveles de colesterol "malo" (LDL-colesterol), colesterol total, triglicéridos o grasas en sangre; además de aumentar el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, hipercolesterolemia y diabetes.
Sustitutos "más" saludables; bizcochos, galletas y bollería casera, utilizando menor cantidad de azúcares o sustituyéndolos por edulcorantes acalóricos, y reduciendo la adición de grasas o utilizando productos desnatados. Ejemplos; galletas de avena y plátano maduro con canela y sacarina líquida; o bizcocho casero de naranja, con harina, huevos (reducir número de yemas), sacarina líquida, levadura en polvo y zumo natural de naranja.
REFRESCOS CON GAS Y AZÚCAR
Los refrescos con gas y azúcares, contienen gran cantidad de azúcar y gas, y, en ocasiones, un elevado contenido en cafeína y ácido fosfórico.
Por su parte, el azúcar aumenta el riesgo de padecer diabetes, sobrepeso u obesidad; además de, provocar picos de glucemia elevados, poco saludables para la persona. En cambio, el gas produce malestar abdominal, por distensión, y posibles flatulencias. Y, si se añade cafeína y/o ácido fosfórico a la bebida, se produce un estado de nerviosismo, e incluso adicción; más, descalcificación ósea por desmineralización del hueso provocada por la ingestión en grandes cantidades de fósforo.
Sustitutos saludables; agua mineral, agua con limón exprimido, infusiones, tés fríos, e incluso, en algunas ocasiones, se pueden sustituir por zumos de frutas naturales, sin azúcares añadidos.
GOLOSINAS, CHUCHERÍAS Y CARAMELOS
Las golosinas aportan grandes cantidades de calorías vacías, es decir, tienen un alto valor calórico, sin presentar cantidades significativas de proteínas, vitaminas y minerales. Son ricas en azúcares simples, y en algunas ocasiones, grasas (por adición de chocolate, por ejemplo).
Es de vital importancia que se evite su consumo en niños, debido a que causan caries dentales, sobrepeso u obesidad, y riesgo de padecer diabetes en edades adultas.
No presentan sustitutos saludables, que se asemejen. Aún así, ya que se utilizan como aperitivos, pueden sustituirse por cereales integrales con frutos rojos desecados, chocolate puro (de más del 70% de pureza), snacks de manzana o piña, o frutas frescas, en pequeñas cantidades. Siempre respetando el horario de comidas, sin abusar del picoteo.
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