Una Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) se caracteriza por una inflamación que afecta a ciertas zonas del sistema digestivo, especialmente la región intestinal. La consecuencia mayor de este tipo de patología es la deficiencia de ciertos nutrientes y agua, ya que afecta a la región en la que se digieren, absorben y eliminan los desechos, de los alimentos.
Existen dos tipos principales de enfermedad inflamatoria intestinal; Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa.
A modo de resumen, la Colitis Ulcerosa se caracteriza por la formación de ulceras seguidas, que forman una región ulcerada importante, que con frecuencia sangra, en el revestimiento del intestino grueso (colon). Mientras que la Enfermedad de Crohn se caracteriza por la formación de ulceras más profundas, alternadas entre zonas no ulceradas, que pueden darse en todo el sistema digestivo (desde la boca hasta el recto), pero tienen preferencia por el intestino delgado.
Ambas enfermedades pueden diagnosticarse a cualquier edad, aunque es frecuente que se diagnostiquen antes de los 30 años.
Los síntomas propios de dichas enfermedades inflamatorias intestinales son los siguientes;
A modo de resumen, la Colitis Ulcerosa se caracteriza por la formación de ulceras seguidas, que forman una región ulcerada importante, que con frecuencia sangra, en el revestimiento del intestino grueso (colon). Mientras que la Enfermedad de Crohn se caracteriza por la formación de ulceras más profundas, alternadas entre zonas no ulceradas, que pueden darse en todo el sistema digestivo (desde la boca hasta el recto), pero tienen preferencia por el intestino delgado.
Ambas enfermedades pueden diagnosticarse a cualquier edad, aunque es frecuente que se diagnostiquen antes de los 30 años.
Los síntomas propios de dichas enfermedades inflamatorias intestinales son los siguientes;
- Diarrea. Es más recurrente y frecuente en la colitis ulcerosa, y habitualmente con presencia de sangre en las heces, que en la enfermedad de Crohn.
- Estreñimiento. Puede ocurrir con frecuencia en la enfermedad de Crohn una vez todos los síntomas están bajo control. No tanto en la colitis ulcerosa.
- Dolor abdominal intenso, que se puede acompañar de vómitos y náuseas. En la colitis ulcerosa el dolor puede variar de localización e intensidad, pero normalmente se produce en la zona abdominal baja, cerca de la cadera. Mientras que en la enfermedad de Crohn sucede en la zona inferior derecha del abdomen, justo antes de ir al baño.
- Fiebre, en casos de complicaciones o recaídas fuertes.
- Pérdida de apetito, pérdida de peso, e incluso retraso del crecimiento en niños (mayor en la enfermedad de Crohn, que en colitis ulcerosa).
- Dificultades para evacuar, sensación de querer evacuar cuando en realidad el recto está vacío (tenesmo), y en general, dificultad para vaciar los intestinos.
- Fistulas y ulceración anal. Las fistulas son más bien propias de la enfermedad de Crohn; no son tan frecuentes en la colitis ulcerosa.
- Síntomas neurológicos y psíquicos, propios de la enfermedad de Crohn. Rara vez se producen en la colitis ulcerosa.
Es bien cierto, que estos síntomas no se dan de forma contínua, es decir, se presentan en ciertas ocasiones, de recaídas. Con un buen tratamiento farmacológico, una buena alimentación y un estado de ánimo estable, los síntomas aparecerán más a la larga.
No se conoce con certeza cual es la causa de dichas enfermedades inflamatorias intestinales, aunque se piensa que se deben a una reacción inmunológica exagerada frente a las bacterias intestinales. Lo que sí es cierto es que no se debe a reacciones alérgicas o de sensibilidad a ciertos alimentos, tensiones emocionales (nervios, estrés), etc. aunque estos pueden ser factores desencadenantes o intensificadores de los síntomas.
Es de destacar que ambas enfermedades son crónicas, puesto que difícilmente son curadas (tan sólo, en el caso de extirpación del colon en la colitis ulcerosa grave, que puede llevar a la curación total de dicha enfermedad). Por lo que precisan de un tratamiento farmacológico continuo y una dieta adaptada a la características de cada paciente.
¿Cómo debe ser la alimentación en estas enfermedades?
Una buena nutrición e hidratación es esencial para afrontar cualquier tipo de enfermedad crónica. En este caso en particular, la alimentación es primordial por la presencia de diarreas, que conllevan a una pérdida de nutrientes y líquidos importante. Esta alimentación deberá será personalizada a cada paciente, pues existen muchos casos en los que los pacientes identifican que existen alimentos que le sientan mal, desencadenando o provocando los síntomas de la enfermedad.
Normalmente, los pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa encuentran problemáticos los siguientes alimentos, pues desencadenan los síntomas propios de la enfermedad;
- Alimentos excitantes, como el café.
- Platos muy especiados y condimentados, como la comida mexicana (picante).
- Platos con grandes cantidades de grasas y/o azúcares, como alimentos fritos (patatas fritas, papas, frutos secos, huevos), bacon, embutidos, etc., junto con bollería, galletas, azúcar, dulces, pasteles, etc.
- Alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, frutas y verduras crudas.
- Alimentos productores de gas y flatulencias, como legumbres, coliflor, pimientos, etc.
- Alimentos ácidos, como frutas ácidas (fresas, kiwi, limón, naranja).
- Alimentos con lactosa, como la leche.
- Bebidas alcohólicas y/o gaseosas.
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