lunes, 7 de noviembre de 2016

Intolerancia a la fructosa, ¿qué es?

¿Qué es la Intolerancia a la Fructosa? 

Una intolerancia alimentaria es una reacción del cuerpo frente a un alimento o nutriente, cuando éste se ingiere, que, en general, conduce a un malestar abdominal, náuseas, vómitos, e incluso, diarrea, que se suele manifestar de forma lenta y discreta, y que conlleva a una desnutrición, y pérdida de apetito y peso. 

En este caso, la intolerancia corresponde a la fructosa. Pero, ¿qué es la fructosa?

La fructosa es un monosacárido que junto con la glucosa, forma la sacarosa o azúcar común, y que, además, se encuentra, de forma natural, en frutas, miel, verduras y algunas hortalizas. 
También, en la actualidad, podemos encontrar fructosa en productos alimentarios elaborados y preparados, como refrescos, fiambres, embutidos, caramelos, bollería, y alimentos con denominación de "sin azúcares añadidos", pues se ha visto aumentado su uso en la industria alimentaria como edulcorante artificial, por su sabor dulce, incluso mayor que el sabor del propio azúcar, y por su efecto conservante

¿A qué se debe esta intolerancia alimentaria?

En condiciones normales, la fructosa se absorbe en el intestino delgado, y tras esta absorción, pasa a la sangre junto con otros tipos de "azúcares". 

En el caso de padecer intolerancia a la fructosa, ésta no se absorbe en el intestino delgado, y pasa al colón donde las bacterias intestinales actúan fermentándola, provocando una liberación de gases, junto con un cuadro clínico de síntomas gastrointestinales (diarrea, dolor abdominal, náuseas). 

Estos síntomas gastrointestinales se pueden presentar en distintos grados, que dependen de cada individuo, y su imposibilidad de absorber la fructosa en el intestino delgado. 

Por tanto, la Intolerancia a la Fructosa, también podría denominarse mal-absorción de la fructosa, o bien, intolerancia intestinal de la fructosa, pues cuando se consume, la persona intolerante muestra un cuadro clínico de náuseas, vómitos, y diarrea, entre otros síntomas estomacales e intestinales. 

¿Cómo sé si padezco intolerancia a la fructosa?

Si frecuentemente presenta el cuadro clínico anteriormente descrito, normalmente, tras comer fruta, azúcar, u otros alimentos con fructosa, es recomendable acudir al médico de cabecera para comunicarlo y tratar de diagnosticarlo, con la mayor brevedad posible. 

Para el diagnostico de la intolerancia a la fructosa se realiza, generalmente, la prueba de hidrógeno del aire espirado; en la que el paciente, en ayunas, ingiere una cantidad de fructosa, y se recoge aire espirado de éste, trascurrido un tiempo. Si se detecta hidrógeno en el aliento, después de una hora tras la ingestión de fructosa, la persona puede considerarse intolerante a la fructosa (*siempre que se descarten otras enfermedades o patologías, con sintomatología y prueba diagnóstica similar).  

Y ahora, ¿qué puedo y qué no puedo comer?

En la intolerancia o malabsorción de la fructosa, la dieta debe ser restringida en fructosa. Es importante saber que, el grado de restricción dietética, variará en función del grado de intolerancia a la fructosa. 

Por ello, los alimentos pueden clasificarse en función del contenido de fructosa: 
  • Alimentos con muy bajo contenido en fructosa (menos o igual a 1 gramo fructosa, por 100 gramos de producto). 
  • Alimentos con bajo contenido en fructosa (entre 1 y 3 gramos fructosa, por 100 gramos de producto). 
  • Alimentos con contenido medio en fructosa (entre 3 y 5 gramos fructosa, por 100 gramos de producto). 
  • Alimentos con alto contenido en fructosa (más de 5 gramos de fructosa, por 100 gramos de producto). 

Si el contenido de fructosa en gramos, no se especifica en el etiquetado, es recomendable recurrir a tablas de gramos de fructosa por cada 100g de alimento, que se pueden obtener de libros, revistas o Internet (páginas de asociaciones de Intolerancia a la Fructosa). 

Siempre tener cuidado con el consumo de frutas, azúcar común, frutas desecadas o deshidratadas, miel, mermeladas, y bebidas y alimentos endulzados o azucarados. Pero, además, tener mucho cuidado con algunos edulcorantes artificiales y algunos medicamentos (fármacos), que pueden contener fructosa. 
  • Edulcorantes artificiales no permitidos: fructosa, sacarosa, sorbitol, y estevia, entre otros. 

Aquí os escribo el enlace de una página web, con un listado de alimentos y edulcorantes, permitidos y no permitidos, en la intolerancia a la fructosa. 
http://www.intoleranciafructosa.com/listado-alimentos-permitidos-no-permitidos-intolerantes-la-fructosa/ 

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