Si tienes un estómago "delicado" o "sensible", que te produce malestar digestivo, todos los días, especialmente tras comer, es posible que padezcas alguna de las siguientes enfermedades, y aún no lo sepas;
- Gastritis nerviosa. Es producida por un trastorno emocional (estrés o nervios) que deriva en un malestar estomacal, caracterizada por una inflamación de la mucosa gástrica, que provoca ardor, quemazón, dolor, etc. en la región abdominal.
- Gastritis por Helicobacter pylori. En este caso, también encontramos una inflamación de la mucosa gástrica, aunque ésta es provocada por la presencia de una bacteria denominada Helicobacter pylori, que en casos más graves puede derivar en la formación de úlceras digestivas.
- Hígado graso. Normalmente, es una enfermedad del hígado benigna, que se caracteriza por la presencia de grasa en las células del hígado, que impiden o dificultan la función de éste.
Aunque, también podría deberse a una posible intolerancia específica a un alimento o nutriente concreto de un alimento, como intolerancia a la lactosa. O bien, puede ser debida a una situación o época de nervios, estrés o ansiedad.
Los síntomas más frecuentes, en aquellas personas con estómago "delicado", son la sensación de revoltura estomacal, presencia de gases o flatulencias, presión intensa en la zona del estómago, distensión abdominal, etc.
Si usted presenta todos estos síntomas y la sensación de un estómago "sensible", sobre todo tras comidas copiosas o grasas, debe consultar a su médico, para conocer la causa responsable de este malestar estomacal. De este modo, se pautará un tratamiento específico para cada caso, y así, paliar los síntomas propios de este característico malestar.
Pero, en el caso de la alimentación, ¿qué puedo comer para cuidar mi estómago?
La pauta general en pacientes con estómagos "sensibles" es seguir o incorporar la Dieta Blanda, para su alimentación habitual. Esta forma de alimentación se basa en consumir alimentos enteros, no triturados, sometidos a cocciones suaves, como al horno, al vapor, hervido o a la plancha, con poco aceite y sin condimentar.
Se evitarán;
- Alimentos ricos en grasas o preparaciones culinarias ricas en grasas; embutidos, bollería industrial, lácteos enteros, alimentos precocinados y/o preparados, fritos, sofritos, etc.
- Especias, hierbas aromáticas, sal, vinagres, y todo tipo de condimentos.
- Alimentos dulces (ricos en azúcares simples), chocolates y refrescos azucarados con o sin gas.
- Alimentos que irritan de forma física, como cereales integrales ricos en fibra y alimentos muy secos, y alimentos que irritan de forma química, como frutas ácidas.
- Alimentos ricos en cafeína, teína, o cualquier excitante nervioso.
- Bebidas alcohólicas.
Es recomendable realizar de 5 a 6 comidas diarias, evitando el ayuno prolongado y pautando un horario fijo de comidas. Cada toma diaria presentará baja cantidad de alimento; masticándolo bien, sentado, en ambiente relajado y con tiempo. No es aconsejable acostarse inmediatamente tras la comida, y se evitará beber gran cantidad de líquido durante la ingestión de alimentos.
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