jueves, 7 de julio de 2016

Tips para una alimentación saludable

¿Qué consideramos como alimentación saludable?

La alimentación se define como la acción voluntaria de nutrir nuestro organismo mediante la ingestión de alimentos y bebidas. Para hacerlo de una forma saludable, necesitamos conocer qué alimentos nos hacen bien, mejoran o conservan nuestra salud, y nos aportan la energía y nutrientes necesarios para realizar todas nuestras funciones vitales y actividades cotidianas; y qué alimentos nos pueden hacer mal. Pero, no queda ahí la cosa, también necesitamos conocer y aplicar ciertas pautas a la hora de comer, y en nuestro estilo de vida. 

En las siguientes líneas, os mostraré algunos consejos o trucos, para llevar una alimentación saludable; 
  1. Alimentación variada, equilibrada y salubre. La alimentación debe ser variada para obtener todos los nutrientes necesarios, puesto que no existe un único alimento que los contenga todos en cantidades suficientes para nuestro organismo; debe ser equilibrada, puesto que debe ser suficiente para cubrir las necesidades nutritivas de cada individuo (ni escasa, ni excesiva); y, además, salubre, ya que los alimentos deben estar en perfecto estado antes de su consumo, nunca deteriorados. 
  2. La base de la alimentación deben ser los alimentos ricos en hidratos de carbono. A partir de los hidratos de carbono obtenemos toda la energía necesaria para realizar nuestras actividades diarias, y mantener la glucemia (azúcar en sangre). Es preferible un consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, como son el pan integral, cereales integrales, muesli, avena, pasta, arroz, legumbres, etc., para evitar picos de azúcar en sangre y obtener la mayor cantidad de fibra posible. 
  3. Consumo elevado de verduras y frutas. Nos aportan gran cantidad de vitaminas y minerales, vitales para realizar nuestras funciones corporales; además de fibra, para evitar el estreñimiento. Es preferible un consumo de estos alimentos en forma cruda, pues durante la cocción es posible la perdida de vitaminas y minerales propios del alimento. 
  4. Consumir de dos a cuatro raciones diarias de lácteos desnatados. De este modo, cubrimos las necesidades diarias de calcio para mantener nuestros huesos y dientes fuertes. 
  5. Prefiera el pescado a la carne. Son dos grupos de alimentos ricos en proteínas, que se diferencian en la composición de grasa. Concretamente, el pescado contiene grasas saludables (insaturadas), mientras que la carne contiene grasas no-saludables (saturadas); por lo que, podemos establecer como recomendación que, por cada 2 raciones de pescado semanales podemos tomar 1 ración de carne (preferiblemente, magra o baja en grasas).  
  6. Agua, como bebida principal de la dieta. Nos mantiene hidratados y ayuda a depurar el organismo. 
  7. Horario regular de la comidas. Se recomienda comer entre 5 y 6 veces al día; desayuno, almuerzo, comida, merienda, cena y resopón (este último opcional), en las que las raciones se consideren moderadas, nunca excesivas, para evitar digestiones más pesadas. De este modo, regulamos la glucemia durante todo el día, y evitamos picos de azúcar en sangre; además, de regular la sensación de hambre y saciedad.
  8. Aderezar con aceite de oliva virgen, rico en grasas monoinsaturadas (saludables) y antioxidantes; especias y hierbas aromáticas. Evitar el consumo excesivo de sal. 
  9. Realizar ejercicio físico regularmente, de una forma moderada. 
  10. Descansar y dormir, al menos 8 horas diarias.
  11. Utilizar técnicas culinarias o formas de cocinar los alimentos, más saludables, como son; al horno, a la plancha, al vapor, hervido, etc. En resumen, todas aquellas que eviten la adición de gran cantidad de grasa para cocinar el alimento. 
  12. Comer sentado y masticar conscientemente. ¡Date tiempo para comer, y disfrútalo! 
  13. Evitar el consumo de; alimentos azucarados (zumos industriales, bebidas azucaradas, bollería y productos de repostería), alimentos grasos (embutidos, fritos, lácteos enteros o grasos, bollería y productos de repostería), bebidas azucaradas o con gas, bebidas alcohólicas, y alimentos precocinados, preparados o procesados (fiambres, embutidos, platos precocinados), y conservas. 

Con estas recomendaciones se obtendrá un estado de salud óptimo. Y es que, esforzarte para conseguir una alimentación y estilo de vida saludable, es la mejor inversión que puedes hacer para tu cuerpo y para tu mente. 

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