En general, las mujeres embarazadas tienen presente que no pueden comer alimentos crudos o poco cocinados durante su embarazo.
Este hecho se debe a la posible presencia de un parásito denominado toxoplasma gondii en los alimentos crudos, tanto de origen animal como vegetal, que puede producir en el organismo humano una infección parasitaria denominada toxoplasmosis.
Dicha infección resulta leve en personas con un sistema inmunitario sano, y es fácil de confundir con una simple gripe. Además, si una mujer ya había padecido la infección antes de quedar embarazada, no presentará ningún riesgo de contraer de nuevo la infección por este parásito.
Pero, si, por el contrario, esta infección se contrae durante el embarazo puede llegar a ser muy perjudicial para el feto, provocando daños estructurales y/o neurológicos sobre el bebé, e incluso, conducir a aborto.
La gravedad de la infección será mayor cuanto más inicial es el embarazo, es decir, si se produce en las primeras semanas de embarazo. Aún así, el riesgo de infección es menor al inicio del embarazo, siendo mayor en el último trimestre de la gestación.
Esta enfermedad está estrechamente relacionada con el gato, tanto doméstico como silvestre, y con su comida (roedores, pájaros). Por ello, aconsejan, además de unas medidas dietéticas concretas, que las embarazadas no estén en contacto con estos felinos.
¡No por ello se van a deshacer de sus mascotas felinas!
En el caso de tener un gato como mascotas, tan sólo sería necesario que otra persona que encargara de limpiar su caja de arena de forma diaria, mantener a su gato dentro de la vivienda las 24 horas del día para controlar su comida y que no se infecte al comer algún roedor o pájaro, y, por último, lavarse las manos tras tocarlo o jugar con él.
Además, se tendrán en cuentan las siguientes medidas dietéticas para evitar la toxoplasmosis;
- Evitar consumir carne cruda o poco cocinada. Se recomienda cocinar la carne hasta 70ºC en su interior (utilizar termómetro para alimentos) o, en su defecto, cocinar hasta hacer desaparecer el color rosáceo propio de la carne cruda.
- Evitar consumo de carne curada en sal o ahumado, como jamón serrano. A menos, que estos alimentos sean cocinados hasta llegar a los 70ºC o más.
- Evitar consumir leche no pasteurizada y derivados lácteos fabricados a partir de leche no pasteurizada.
- Lavar y pelar las frutas y los vegetales antes de consumirlos.
Espero que os haya sido de mucha ayuda :)
Besos.
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