lunes, 6 de marzo de 2017

Fresas y fresones, el inicio de la primavera

Las fresas y los fresones son frutas propias de la primavera. 

¿Qué propiedades nutricionales presentan?

Se caracterizan por ser frutas poco calóricas, cuyo componente principal es el agua, por lo que nos ayudan a hidratarnos y refrescarnos, durante los primeros días de calor del año. Además, contienen, aproximadamente, un 7% de hidratos de carbono, como fructosa, glucosa y xilitol; sumado al aporte de fibra de, alrededor de unos 2 gramos por cada 100 gramos de fresa o fresón, que ayuda a combatir el estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal. 

Sin embargo, la característica nutricional más destacable de este producto es su contenido en vitamina C; una vitamina hidrosoluble que no puede producirse en el interior del organismo y que, además, no puede almacenarse en él (pues se diluye en agua y se elimina por orina), con lo que su consumo debe ser habitual. 
Esta vitamina presenta las siguientes funciones: 
  • Mejora la capacidad visual y previene la aparición de cataratas y glaucoma. 
  • Presenta capacidad antioxidante, ya que bloquea la acción de los radicales libres, que se generan y almacenan en el organismo, y los elimina de éste. Los radicales libres son moléculas presentes en el organismo que aceleran el envejecimiento tisular y celular, favoreciendo la aparición de distintos tipos de enfermedades, e incluso, cáncer. 
  • Es antibacteriana, por lo que reduce el crecimiento y desarrollo de bacterias en el organismo, que pueden inducir a infecciones y enfermedades. 
  • Tiene propiedades antihistamínicas, con lo que reduce los síntomas de enfermedades como el asma y la sinusitis. 
  • Ayuda a mejorar el estado de la piel, y prevenir ciertas afecciones de ésta como la psoriasis o los eccemas. 
  • Es cicatrizante de heridas y quemaduras, pues participa en la formación de colágeno. 
  • Repara y mantiene tejidos como dientes, huesos y cartílagos. 
  • Mejora la biodisponibilidad (capacidad del organismo para absorber un nutriente) del hiero dietético. 
Y, a su vez, tanto las fresas como los fresones, son alimentos ricos en potasio, el cual ayuda a regular el balance de líquidos corporales, así como controlar el mecanismo de contracción y relajación muscular, importante para deportistas.  


Por todas estas propiedades nutricionales, son un buen alimento para personas con hipertensión arterial, afecciones renales y problemas de circulación sanguínea, e hiperuricemia o gota, debido a su efecto diurético; para personas con estreñimiento o enlentecimiento del tránsito intestinal, por su contenido en fibra; y, sobre todo, para personas que presentan requerimientos de vitamina C elevados, como ancianos, embarazadas, niños y personas inmunodeprimidas. 

¿Cómo podemos tomarlas?

Una buena forma de tomar esta fruta sería como postre, siempre evitando la adición de azúcares y lácteos grasos, como nata; es mejor acompañarlas de yogur desnatado y sin azúcar, o tomarlas frescas; o también, en ensaladas de verduras varias. 
Mejor aún, si se toman en una misma comida de alimentos ricos en hierro, como lentejas o carne roja, para aumentar la concentración de hierro absorbido por el organismo. 

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