lunes, 10 de octubre de 2016

¿Conoces todos los consejos y recomendaciones acerca de comprar, conservar y consumir frutas?

Las frutas son un grupo de alimento compuesto, básicamente, por agua, que equivale a más del 80% del peso por porción, azúcares simples (especialmente, fructosa) que suponen entre el 5-18% del total de porción, vitaminas, minerales y fibra, lo que las vuelve indispensables para nuestra salud y bienestar corporal. 

Existen gran variedad de especies de fruta, con distintas peculiaridades organolépticas (sabor, textura, color, y olor) y nutritivas, que las hacen únicas, e ideales para evitar la monotonía en nuestra alimentación. Una forma fácil de clasificar las frutas puede ser la siguiente; 
  • Frutas frescas; Son aquellas que se consumen, tal cual se recogen del campo, es decir, no se someten a ningún proceso de cocción, secado, etc. Ejemplos de este tipo de fruta son la manzana, pera, sandía, uva, melocotón, cereza, fresa, granada, albaricoque, naranja, mandarina, etc.  Dentro de las frutas frescas, encontramos;
    • Frutas tropicales (de origen tropical), como son el kiwi, aguacate, guayaba, caqui, chirimoya, coco, kumquat, litchi, mango, maracuyá, papaya, etc. 
  • Frutas secas; son sometidas a procesos de secado, en los que se reduce el contenido de agua total, quedando deshidratadas. Ejemplos de este tipo de frutas secas son las uvas pasas, higos secos, orejones de albaricoque, orejones de melocotón, dátiles, etc. 
La cantidad recomendada de fruta diaria debe ser igual o superior a 3 raciones, considerando que una ración de fruta oscila entre 120 - 200 gramos. 

Una vez dicho esto, pasamos a conocer distintas recomendaciones y consejos que nos ayudarán en la compra, conservación y consumo de las frutas. 
  • A la hora de comprar
    • En los supermercados podemos encontrar todo tipo de fruta, pero en general, la recomendación es que compréis frutas de temporada, puesto que la fruta estará mucho más sabrosa, más natural y ecológica, ya que puede cultivarse en nuestra zona geográfica sin necesidad de "ayudas" térmicas o químicas, y, además, mucho más económica, pues se reducen los costes de producción y transporte. 
    • Elegir frutas con buen color, sin magulladuras o golpes, manchas o partes blandas. Por ello, para mejor comprobación, es preferible adquirir aquellas frutas que se venden por ejemplares y no por paquetes. 
    • Si la fruta que vamos a comprar será inmediatamente consumida, es preferible elegir aquellas que se encuentren maduras o ligeramente inmaduras, para que terminen la maduración en casa, a temperatura ambiente. 
  • Para conservar y almacenar
    • En general, las frutas frescas se conservan bien en lugares secos, frescos y protegidos de la luz solar, evitando utilizar envoltorios de cualquier tipo, dejándolas al aire. Aunque pueden ser guardadas en la parte menos fría de la nevera, siempre de forma aislada. 
      • Frutas muy delicadas, como moras y fresas, aguantan 2 días en nevera. 
      • Frutas con hueso, como aguacate y albaricoque, aguantan 7 días en nevera. 
      • Frutas cítricas, como naranja y limón, aguantan 10 o más días en nevera. 
      • En el caso del plátano, es conveniente envolverlo con papel de período antes de introducirlo en la nevera, puesto que si no se realiza así, puede tornarse negro. 
    • Nunca debemos almacenar frutas de maduración corta, como pera, plátano y melocotón, con frutas de maduración larga, como cítricos y manzanas, pues pueden producirse sabores extraños y deteriorarse más rápidamente. 
    • Si alguna pieza de fruta está deteriorada y se encuentra en contacto con otras frutas, debe retirarse inmediatamente, puesto que puede "contagiar" el deterioro a las frutas vecinas. 
    • En el caso de tener demasiada fruta en casa o querer guardar parte de la fruta de temporada para disfrutarla en otra época del año, podemos recurrir a la congelación. Las frutas que resisten adecuadamente las temperaturas de congelación son piña, manzana, albaricoque, pomelo, fresa y cerezas oscuras; nunca por tiempo superior a 6 meses. Mientras que frutas como las uvas, cerezas de color claro, y casi todas las frutas tropicales, no soportan bien estas temperaturas y suelen deteriorarse o perder calidad nutritiva. 
    • Respecto al grado de maduración ideal para la congelación de la fruta, consideramos que una porción está apta para ser congelada cuando esté apta para consumo humano, ni muy madura, ni muy verde. 
    • En el caso de frutas envasadas, leer y seguir cuidadosamente las indicaciones que establece el etiquetado de su envase. 
  • Cómo manipularlas
    • Es necesario lavarlas antes de su consumo, bajo un chorro de agua abundante, sobretodo si se van a comer crudas y con piel. Cabe destacar que, las frutas de menor tamaño y más delicadas, como fresas, moras, frambuesas, etc., deben enjuagarse en un colador. Otras, como piezas grandes de corteza dura, como el melón y la sandía, deben lavarse bajo el chorro de agua limpia, junto con la acción de un cepillo especializado para este fin. 
    • Importante: evitar la contaminación cruzada, es decir, evitar poner en contacto frutas con otros alimentos crudos, y superficies, manos y utensilios que hayan tocado dichos alimentos.
    • Cubrir cuidadosamente los recipientes que contengan fruta ya manipulada (pelada, cortada, etc.) y conservar en el frigorífico, hasta unos minutos antes de su consumo. 
    • Es conveniente no realizar cortes muy profundos a la hora de pelar las frutas, puesto que en la capa fina de debajo de la piel de fruta se concentran la mayor parte de sus vitaminas, y por ello, con cortes profundos reduciríamos la calidad nutritiva de la fruta. 
    • Para preparar macedonias, batidos, zumos, o purés de frutas, es conveniente añadir unas gotas de limón a la preparación y, si es posible, utilizar utensilios de acero inoxidable en la preparación del producto final. De este modo, se evita la oxidación de la fruta, que produce un cambio en el sabor, olor y color del preparado final. 

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