lunes, 19 de junio de 2017

¿Qué consecuencias trae la obesidad en el embarazo?

En la sociedad española actual, muchas son las mujeres que antes del embarazo presentan un Índice de Masa Corporal (IMC) que indica obesidad, o sobrepeso grave, que puede traer consecuencias nefastas para sí mismas y para sus hijos. 

Cuando una mujer decide quedarse embarazada, debe, en primer lugar, asegurarse de que su peso sea adecuado a su altura y complexión física. En el caso de que no sea así, por recomendación médica debe reducir su peso corporal hasta conseguir un valor de IMC cercano a 25 kilogramos por metro al cuadrado (25 kg/m2). 

¿Cómo calcular el IMC? 

Para obtener el valor de IMC se debe dividir el peso corporal de la persona (en kilogramos), por su altura (en metros) al cuadrado. El resultado se debe comparar con los valores de referencia establecidos; 
  • IMC entre 18,5 y 25 kg/m2, indica normopeso. 
  • IMC entre 25 y 30 kg/m2, indica sobrepeso. 
  • IMC igual o superior a 30 kg/m2, indica obesidad. 
Si la mujer, antes de quedarse embarazada, presenta un IMC cercano o superior a 30 kg/m2, debe reducir su peso antes del embarazo. 


¿Por qué debe bajar de peso? ¿Qué consecuencias trae la obesidad en el embarazo? 

Tanto para una mujer que desee quedarse embarazada, como para cualquier persona, la obesidad es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, hipercolesterolemia o diabetes mellitus tipo II. 

En particular, cuando una mujer obesa, o con un importante sobrepeso, se queda embarazada, aumenta considerablemente el riesgo de padecer hipertensión, diabetes gestacional, trombosis, hemorragias y preeclampsia, así como complicaciones durante el parto como reacciones adversas a anestésicos, parto prematuro o necesidad de cesárea

Por parte del bebé, con madres en obesidad, aumenta el riesgo de aborto, muerte fetal, malformaciones congénitas (espina bífida), e incluso, mayor probabilidad de muerte súbita en los primeros meses de vida. Además, tras el nacimiento, y durante la infancia (o incluso, edad adulta) el niño tendrá mayor propensión a padecer diabetes, hipertensión, otras enfermedades cardiovasculares y obesidad infantil, así como otras enfermedades no metabólicas como; asma, osteoporosis, trastornos neurológicos, etc. 

Por tanto, ¿cuáles serían las recomendaciones para las mujeres, antes del embarazo? 

Como para cualquier persona con problemas de sobrepeso, se recomendaría una dieta variada, con una reducción calórica, mediante la restricción del consumo de dulces, bollería, alimentos grasos, precocinados y fritos; basada en cereales integrales, frutas y verduras, carnes magras, pescado, lácteos desnatados, y aceite de oliva, como grasa principal de la alimentación. 
Las técnicas culinarias más recurridas en la dieta serán bajas en grasas, como el hervido, al vapor, al horno, o a la plancha. 
Y, por último, se recomendará la práctica de ejercicio físico aeróbico regular, de una duración mínima de 1 hora por día, como caminar, natación, correr, ciclismo, etc. 

*Nota: Si una mujer decide quedarse embarazada, además del control de peso, se le recomienda una suplementación con ácido fólico, anterior al embarazo, para prevenir posibles defectos en el tubo neural del bebé. 

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